Escrito por Claudia
Ilustrado por Martina
Érase una vez una niña que se llamaba Claudia. Fue a una isla que se llamaba Losa junto a su padre y a su madre. Una tarde soleada bajó a la playa y se encontró un loro que era de 6 colores: verde, azul, naranja, negro, amarillo y rojo. Era tan, tan bonito que casi se desmaya. Tras la sorpresa inicial, intentó saludarlo y de repente escuchó al loro decir:
-Hola, ¿cómo te llamas?
-¿Yo? - contestó Claudia
-Sí tú
-Pues me llamo Flo.
-Oye, ¿sabes qué hora es?
-Sí - dijo el loro mientras miraba su reloj de pulsera - son las 6 de la tarde.
-¡Oh, no! - gritó Claudia - el barco de mis padres salía a las 5.
Claudia empezó a llorar. Flo se sintió un poco triste y, para tranquilizarla, le dijo:
-¿Tienes hambre?, porque yo conozco unos árboles que tienen fruta muy rica.
-Pues allá vamos. ¿Qué tipo de frutas hay allí?
-Hay estas naranjas, uvas, fresas, piñas, manzanas, granadas, limones, plátano, ciruelas, bayas comestibles, claudias y cerezas
-Vamos.
Tras un buen rato en la isla de los árboles, Claudia ya se sentía un poco mejor y recuerda que tiene que buscar a sus padres.
-Oye yo me voy a marchar de la isla por la noche, en el siguiente barco.
-¿Eeehh? ¡oh no! ¿Por qué tanta prisa? - pregunta el loro
-Porque salió el barco de mis padres y yo me voy a ir a buscarlos.
-Pero espera, tú no sabías el camino.
-Me da igual, voy a buscar a mis padres, tengo que encontrarlos. Estoy muy preocupada.
-Ahora lo entiendo un poco más.
Al llegar a la playa, Claudia se encuentra los restos del barco. Resulta que hubo una terrible tormenta durante la noche y lo había hundido. Sin embargo, sus padres, y los demás pasajeros, estaban bien, esperando la salida del siguiente barco. Al ver a Claudia, sus padres salieron corriendo y la abrazaron. No podían creerse que estaban todos juntos sanos y salvos.
Durante el viaje de vuelta, Claudia no podía esperar a volver a ver su casa, con sus 2 burros, sus 4 caballos, sus 12 gallinas, sus 8 cabras y sus 7 ovejas.
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